El cielo se tornó anaranjado, mientras el mar se agitaban y las olas soñaban con tocar el cielo
Se podía oír a los pájaros llorar y al viento soplar
Cuando la última lágrima cayó y el dolor se fue con ella al tocar el suelo
Ya no veías colores
La felicidad de tus ojos se habían ido
La gente que sostenía una sonrisa te asustaba y te escondías
Tus labios pronunciaban mentiras al oír preguntas sobre como estabas
Pasaron días enteros, noches en vela, y aún te mantuviste fuerte
Los abrazos ya no eran un lugar donde podías estar
Buscabas paz al borde de un puente viejo
Y mirabas hacia la nada con la esperanza de que alguien apareciera
Un salvador
Alguien que te ayude cuando no te sintieras bien
Cuando creas que no sos nadie y te menosprecies
Cuando tengas unas soga en tus manos y se te cruce por la mente ponértela de corbata
Alguien te tomará la mano y no la soltará
Ojalá sucediera eso cuando más lo necesitas, pero siempre estuviste solo
Tragándote el odio y el enojo
Haciendo crujir tus dientes y apretando tus manos
Sentándote en la esquina de tu cuarto y abrazando tus piernas
Y cuando apareció, corriste
Corriste a esconderte bajo tu cama por miedo a que te desprecie
No confiaste en nadie
Desconfías que las inofensivas gotas de una lluvia se vuelvan rayos
O que la luz de una pequeña vela no te proteja de la oscuridad